miércoles, mayo 04, 2005

En el 10 de Mayo


Madre Querida, madre adorada
Francisco Javier Chaín Revuelta

Aunque la crisis esté gruesa, pocos mexicanos se perdonarían no regalarle a su madre ``aunque sea'' un ramo de flores, llevarla a comer o comprarle un regalo al alcance de sus posibilidades. Por la ciudad aparecerán las estudiantinas, rondallas improvisadas y solitarios espontáneos soltarán de su ronco pecho canciones en honor a las progenitoras y declamarán con brindis de bohemios.

En un loco afán de demostrarles a sus mamás todo el amor que les tienen, aunque el resto del año los amorosos hijos se la pasen con gritos, malas caras e incluso una que otra mentada, los hijos de la Malinche acapararán desde los baratos ramilletes hasta los más caros arreglos con más follaje que flores. Las madres más afortunadas se salvaran de guisar, pero tendrán que hacer cola y esperar por mesas desocupadas para poder desayunar o comer en algunos restaurantes. Otras serán agasajadas por sus hijos con comida casera, pero en medio de las cada vez menos usuales reuniones familiares.

En cambio, otras mujeres también madres, y que por lo regular nadie las imagina así, celebraron su día trabajando un rato y luego con los hijos. Las sexo servidoras no podrán descuidar del todo sus horarios de trabajo, debido a que aunque quisieran estar todo el día con sus hijos, la vida está muy difícil y tendrán que salir a buscar dinero. Las mujeres de la calle es cierto que tienen hijos y que tienen que mantenerlos, así que salen a trabajar para hacer aunque sea dos o tres veces y regresar con unos pesos para festejarse. La mayoría de las trabajadoras sexuales que tienen hijos son el sostén de su casa, pero claro que ellos no saben a que se dedican sus madres, porque si supieran a lo mejor ni les festejan nada.

Centenas de meseras, enfermeras, vendedoras y empleadas, acudirán a su centro de trabajo y después de la ardua jornada convivirán con su familia. Algunos centros de trabajo serán un desastre porque les darán el día a las madrecitas, quienes tienen todo bajo control. Los empleados que se quedarán a cargo no serán capaces de proporcionar ni un número telefónico, ni información alguna a pesar de ser compañeros de trabajo de las festejadas. Mientras ellos se las verán negras tratando de sacar el trabajo del día, las madres asistirán al tradicional festival del 10 de mayo que se organiza en las escuelas, y disfrutaran del encanto que les provoca ver a sus hijos disfrazados de conejos, pollos, odaliscas, gitanos, charros, norteños o jarochos, según el repertorio y ocurrencias del magisterio.

Como cada año, a todos les dará ``mamitis'', las estaciones de radio tocarán las melodías más empalagosas en honor a las madres ``Este 10 de mayo que seas dichosa, que goces la vida, que seas feliiiiz'', y las tiendas se abarrotaran con compras de última hora. Hijos indocumentados llamarán a sus madres por teléfono “Te mandé unos dólares” Madres indocumentadas recibirán llamada de sus pequeños ¿Cuándo regresas má?

El Once de Mayo, la armonía del cariño materno se desvanece. Pero no hay motivo para olvidarse de las madres, y si por las dudas ocurriera, no faltará quien nos la recuerde. fjchain@hotmail.com