Imperialismo y globalización
Foro Mundial Social:
Imperialismo y globalización
Francisco Javier Chaín Revuelta
El Foro Social Mundial es donde se discute la globalización alternativa de los oprimidos y se propone un camino sano y opuesto a esa barbarie que es el imperialismo globalizador. El imperialismo no es etapa, ni siquiera la cumbre del capitalismo. Desde el comienzo es inherente a la expansión del capitalismo. La conquista imperialista del planeta por los europeos y sus hijos norteamericanos, se realizó en dos fases y quizás esté entrando en la tercera.
Los lectores de El Mundo, hijos también de la colonización, pueden entender que la primera fase de esta empresa se organizó en torno a la conquista de América y dentro del marco del sistema mercantil de la Europa Atlántica de aquella época. El resultado claro fue la destrucción de las civilizaciones indígenas y la cristianización o en otro caso el genocidio total sobre el que se construyó el país de los estadounidenses. El racismo de los colonos anglosajones explica por qué el modelo se reprodujo en todas partes, en Australia, en Tasmania (el genocidio más completo de la historia) y en Nueva Zelanda. Si los católicos españoles actuaban en nombre de la religión que debía ser impuesta a los pueblos conquistados, los protestantes anglosajones derivaban de su particular lectura de la Biblia el derecho a eliminar a los "infieles". La infame esclavitud de los negros, que se hizo necesaria tras el exterminio de los indios, se impuso bruscamente para asegurar que las partes útiles del continente pudieran ser explotadas. Nadie hoy día puede dudar de los motivos reales de todos estos horrores, al menos que se ignore su relación íntima con la expansión del capital. Sin embargo, los europeos contemporáneos aceptaron el discurso ideológico que los justificaba y las voces de protesta como la del Padre Las Casas no han encontrado hasta la fecha) simpatizantes.
Los desastrosos resultados que produjo este primer capítulo de la expansión capitalista mundial, hicieron que más tarde las fuerzas de liberación desafiaran la lógica de su producción. Entre las primeras revoluciones del hemisferio Occidental fue la de los esclavos de Santo Domingo (hoy Haití) a fines del XVIII, seguida más de un siglo después por la revolución mexicana de 1910, y cincuenta años después por la revolución Cubana. Y si no mencionamos las revoluciones “independistas” de las colonias, es porque éstas sólo transfirieron el poder de decisión de las metrópolis a los colonos de modo que éstos continuaron haciendo lo mismo, persiguiendo los mismos proyectos aún con mayor brutalidad, sólo que sin tener que compartir las ganancias con la Madre Patria.
La segunda fase de la devastación imperialista se basó en la revolución industrial y se manifestó en la sujeción colonial de Asia y de África "Para abrir los mercados" como el del opio, impuesto a los chinos por los puritanos ingleses. Apoderarse de los recursos naturales del globo fueron los motivos reales que todos sabemos. Pero una vez más, la opinión europea, incluyendo el movimiento obrero, no ve esta realidad y acepta el discurso legitimador del capital llamado “Misión civilizadora". Pero aún hay mil y un infamias que podrá otro día leer aquí en su diario. fjchaín@hotmail.com
Imperialismo y globalización
Francisco Javier Chaín Revuelta
El Foro Social Mundial es donde se discute la globalización alternativa de los oprimidos y se propone un camino sano y opuesto a esa barbarie que es el imperialismo globalizador. El imperialismo no es etapa, ni siquiera la cumbre del capitalismo. Desde el comienzo es inherente a la expansión del capitalismo. La conquista imperialista del planeta por los europeos y sus hijos norteamericanos, se realizó en dos fases y quizás esté entrando en la tercera.
Los lectores de El Mundo, hijos también de la colonización, pueden entender que la primera fase de esta empresa se organizó en torno a la conquista de América y dentro del marco del sistema mercantil de la Europa Atlántica de aquella época. El resultado claro fue la destrucción de las civilizaciones indígenas y la cristianización o en otro caso el genocidio total sobre el que se construyó el país de los estadounidenses. El racismo de los colonos anglosajones explica por qué el modelo se reprodujo en todas partes, en Australia, en Tasmania (el genocidio más completo de la historia) y en Nueva Zelanda. Si los católicos españoles actuaban en nombre de la religión que debía ser impuesta a los pueblos conquistados, los protestantes anglosajones derivaban de su particular lectura de la Biblia el derecho a eliminar a los "infieles". La infame esclavitud de los negros, que se hizo necesaria tras el exterminio de los indios, se impuso bruscamente para asegurar que las partes útiles del continente pudieran ser explotadas. Nadie hoy día puede dudar de los motivos reales de todos estos horrores, al menos que se ignore su relación íntima con la expansión del capital. Sin embargo, los europeos contemporáneos aceptaron el discurso ideológico que los justificaba y las voces de protesta como la del Padre Las Casas no han encontrado hasta la fecha) simpatizantes.
Los desastrosos resultados que produjo este primer capítulo de la expansión capitalista mundial, hicieron que más tarde las fuerzas de liberación desafiaran la lógica de su producción. Entre las primeras revoluciones del hemisferio Occidental fue la de los esclavos de Santo Domingo (hoy Haití) a fines del XVIII, seguida más de un siglo después por la revolución mexicana de 1910, y cincuenta años después por la revolución Cubana. Y si no mencionamos las revoluciones “independistas” de las colonias, es porque éstas sólo transfirieron el poder de decisión de las metrópolis a los colonos de modo que éstos continuaron haciendo lo mismo, persiguiendo los mismos proyectos aún con mayor brutalidad, sólo que sin tener que compartir las ganancias con la Madre Patria.
La segunda fase de la devastación imperialista se basó en la revolución industrial y se manifestó en la sujeción colonial de Asia y de África "Para abrir los mercados" como el del opio, impuesto a los chinos por los puritanos ingleses. Apoderarse de los recursos naturales del globo fueron los motivos reales que todos sabemos. Pero una vez más, la opinión europea, incluyendo el movimiento obrero, no ve esta realidad y acepta el discurso legitimador del capital llamado “Misión civilizadora". Pero aún hay mil y un infamias que podrá otro día leer aquí en su diario. fjchaín@hotmail.com
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