2005 Año Internacional de la Física
A 100 años de La Teoría de la Relatividad Especial
Francisco Javier Chaín Revuelta
El 17 de marzo de 1905 Albert Einstein publica la explicación del efecto fotoeléctrico utilizando la hipótesis de Max Planck lo que le valió el Nobel de Física de 1921. Tratando el movimiento browniano desarrolla sus ideas del movimiento molecular en dos artículos que publica el 30 de Abril y el 11 de Mayo. Un cuarto artículo del 30 de Junio “On the electrodynamics of moving bodies” demuestra que tiempo y espacio se entremezclan para depender del marco de referencia del observador, con ello elimina la teoría Newtoniana del reloj celestial eterno e inmutable. Para el 27 de Septiembre un quinto artículo ampliaba su Teoría de la Relatividad, donde presentaba la fórmula famosa E= mc² (energía = masa x velocidad de la luz al cuadrado)
A la edad de 26 años publicaba en la prestigiosa revista alemana Annalen der Physik estos artículos científicos fundamentales en unos cuantos meses. En el primero de ellos establecía que la luz puede comportarse como un flujo de partículas con energías discretas, llamadas “cuanta” (y hoy conocidas como fotones). El segundo y tercer artículos ofrecían una prueba experimental para la teoría cinética del calor, en que proponía un método (usado exitosamente) para probar la existencia de los átomos. El cuarto artículo abordaba un problema central —la conexión entre la teoría electromagnética y la mecánica— el que resolvió proponiendo la teoría especial de la relatividad. En el quinto mostró que masa y energía son dos aspectos de una misma cosa, la masa-energía, relacionadas mediante su famosa fórmula E=mc2. Ese mismo año también se doctoró.
En 1915 Einstein completó su Teoría General de la Relatividad. Desechando las viejas nociones del espacio y del tiempo, arribó a una nueva comprensión de la gravedad. Al año siguiente su teoría general de la relatividad fue confirmada de manera brillante por los astrónomos: Tal como lo había predicho la gravedad desvía la luz de las estrellas. Einstein se convirtió en el símbolo de la ciencia y de los máximos poderes del pensamiento.
La imaginación era más importante que el conocimiento limitado. En 1939 Einstein informaba de la posibilidad de la creación de bombas nucleares. Como es bien sabido, la teoría de la relatividad junto con la mecánica cuántica, constituyen la pareja de grandes y nuevas teorías físicas que surgieron durante el siglo xx y que condujeron al establecimiento de la física contemporánea.
En la Córdoba de 1958 las escuelas primarias repetian que la materia es lo que ocupa un lugar en el espacio, nadie sabia que desde 1905 la matería era una de las formas de la energía. No sorprende, por tanto, que en la Córdoba del siglo XXI (que pronto será la Houston del Sureste) nos enteremos ahora que nuestros sabios descubren que con vapor producido por calderas de los ingenios y una turbina se puede generar electricidad. Otros brujos ya descubren que el Atole lo produce la oligarquía y los partidos cobran por servirlo con el dedo. fjchain@hotmail.com (050709)
El 17 de marzo de 1905 Albert Einstein publica la explicación del efecto fotoeléctrico utilizando la hipótesis de Max Planck lo que le valió el Nobel de Física de 1921. Tratando el movimiento browniano desarrolla sus ideas del movimiento molecular en dos artículos que publica el 30 de Abril y el 11 de Mayo. Un cuarto artículo del 30 de Junio “On the electrodynamics of moving bodies” demuestra que tiempo y espacio se entremezclan para depender del marco de referencia del observador, con ello elimina la teoría Newtoniana del reloj celestial eterno e inmutable. Para el 27 de Septiembre un quinto artículo ampliaba su Teoría de la Relatividad, donde presentaba la fórmula famosa E= mc² (energía = masa x velocidad de la luz al cuadrado)
A la edad de 26 años publicaba en la prestigiosa revista alemana Annalen der Physik estos artículos científicos fundamentales en unos cuantos meses. En el primero de ellos establecía que la luz puede comportarse como un flujo de partículas con energías discretas, llamadas “cuanta” (y hoy conocidas como fotones). El segundo y tercer artículos ofrecían una prueba experimental para la teoría cinética del calor, en que proponía un método (usado exitosamente) para probar la existencia de los átomos. El cuarto artículo abordaba un problema central —la conexión entre la teoría electromagnética y la mecánica— el que resolvió proponiendo la teoría especial de la relatividad. En el quinto mostró que masa y energía son dos aspectos de una misma cosa, la masa-energía, relacionadas mediante su famosa fórmula E=mc2. Ese mismo año también se doctoró.
En 1915 Einstein completó su Teoría General de la Relatividad. Desechando las viejas nociones del espacio y del tiempo, arribó a una nueva comprensión de la gravedad. Al año siguiente su teoría general de la relatividad fue confirmada de manera brillante por los astrónomos: Tal como lo había predicho la gravedad desvía la luz de las estrellas. Einstein se convirtió en el símbolo de la ciencia y de los máximos poderes del pensamiento.
La imaginación era más importante que el conocimiento limitado. En 1939 Einstein informaba de la posibilidad de la creación de bombas nucleares. Como es bien sabido, la teoría de la relatividad junto con la mecánica cuántica, constituyen la pareja de grandes y nuevas teorías físicas que surgieron durante el siglo xx y que condujeron al establecimiento de la física contemporánea.
En la Córdoba de 1958 las escuelas primarias repetian que la materia es lo que ocupa un lugar en el espacio, nadie sabia que desde 1905 la matería era una de las formas de la energía. No sorprende, por tanto, que en la Córdoba del siglo XXI (que pronto será la Houston del Sureste) nos enteremos ahora que nuestros sabios descubren que con vapor producido por calderas de los ingenios y una turbina se puede generar electricidad. Otros brujos ya descubren que el Atole lo produce la oligarquía y los partidos cobran por servirlo con el dedo. fjchain@hotmail.com (050709)