martes, agosto 16, 2005

El capitalismo nada que ver con la democracia

Francisco Javier Chaín Revuelta

Podemos considerar que los movimientos sociales, aunque no todos, realmente pueden tener objetivos democráticos, o que la democracia es realmente la condición del desarrollo. Democracia es un concepto moderno, en el sentido de que coincide con la misma definición de modernidad –si entendemos por modernidad la adopción del principio de que los seres humanos individual y colectivamente (esto es, como sociedades) son responsables de su historia. Antes de que formularan tal concepto, los pueblos tuvieron que liberarse de las alineaciones características de las formas de poder que precedieron al capitalismo, fueran estas las alineaciones de la religión o las que tomaban la forma de las "tradiciones" concebidas como permanentes. Las expresiones de la modernidad, y de la necesidad de democracia que se implicaba, datan de la Edad de la Ilustración. La modernidad en cuestión es por eso sinónimo de capitalismo, y la democracia que él produjo es limitada como el resto, como lo es el mismo capitalismo. En sus formas históricas burguesas -que son las únicas conocidas y practicadas hasta ahora- constituye sólo como un "estadio". Ni la modernidad ni la democracia han alcanzado el extremo de su desarrollo potencial. Es por eso que se prefiere el término "democratización" que enfatiza el aspecto dinámico de un proceso todavía no terminado, al término "democracia", que refuerza la ilusión de que podemos dar con una fórmula definitiva para él.

El pensamiento social burgués se ha basado desde sus comienzos, desde la Ilustración, en la separación entre los diferentes dominios de la vida social -entre otros, su manejo económico y su manejo político- y la adopción de diferentes principios específicos que se suponen son la expresión de demandas particulares de la "razón" en cada uno de estos dominios. De acuerdo con este punto de vista, la democracia es el principio razonable de la buena administración política. Desde que los hombres (en aquella época, no había ninguna razón para incluir a las mujeres) o , más precisamente, ciertos hombres (aquellos que estaban bien educados o bien acomodados) son razonables, ellos tendrían la responsabilidad de hacer leyes bajo las cuales vivir y de seleccionar, por elección, a aquellas personas que se encargaran de ejecutar tales leyes. Por otra parte, la vida económica, es dirigida por otros principios que también eran concebidos como la expresión de demandas de la "razón" (sinónimo de naturaleza humana): la propiedad privada, el derecho a ser empresario, la competencia en los mercados. Conocemos este grupo de principios como los del capitalismo, que en si mismos nada tienen que ver con los principios de la democracia. Este es el caso especialmente si pensamos la democracia como implicando igualdad -la igualdad de los hombres y las mujeres, por supuesto, pero también la de todos los seres humanos (teniendo en mente que la democracia estadounidense olvidó a sus esclavos hasta 1865 y olvidó todos los más elementales derechos civiles para sus descendientes hasta 1960) de los propietarios y los no propietarios (nótese que la propiedad privada sólo existe cuando es exclusiva, esto es, cuando hay quienes no tienen nada) fjchaín@hotmail.com 050816